9/9/12

Uno

Su cuello ya no tenía el mismo olor, un musgo podrido lo invadía.
Un pasto que otra plantó y que crece por los pliegues de su piel impregnando un olor que no quiero volver a sentir.

Sí, estuve ahí. Estuve antes, en medio y estaré.

Vivirás tristemente bajo mi hermosa sombra.